CARMELA

Descripción

Carmela Macker, la protagonista de esta novela es, sin lugar a dudas, el personaje femenino más complejo de la literatura boliviana contemporánea: activista de izquierda en las aulas universitarias, valiente guerrillera urbana, la primera diputada nacional electa, así como apasionada amante y madre-guía para sus hijas, las receptoras internas del texto materno. Este personaje multifacético se opone a la política de opresión implantada por las varias tiranías militares que sistemáticamente sumieron a la nación boliviana en un estado de caos, a la vez que aterrorizaron a la población a partir de 1964, comienzo del militarismo al que siguieron débiles gobiernos constitucionales, periodo histórico que esta novela ficcionaliza.

La vida personal de Carmela se inserta en ese contexto histórico en el que ella sufre constantes exilios, instancias en las que también experimenta las consecuencias de un amor obsesivo, cautivada por un “seductor por excelencia”, de quien aprende que el amor es una entrega corporal total, sin miedos ni egoísmos, relación que, asimismo, la mantiene en un estado de dependencia e incertidumbre, condición en franca contradicción a su osadía revolucionaria. Dicha relación, calificada como un “cautiverio voluntario”, la induce a hacer un examen de conciencia honesto con el fin de, finalmente, recuperar su cuerpo.

Una novela que puede considerarse histórica, que privilegia la construcción de la identidad femenina en una sociedad retrógrada gobernada por discursos culturales y socio-sexuales que prescriben a la mujer normas coercitivas que restringen su desarrollo ontológico, ambiente agravado por la política del terror reinante en la nación, prácticas contra las cuales Carmela lucha en dos frentes simultáneamente: como mujer en la sociedad y como ciudadana en la política, protagonista de aquellos tiempos históricos, caracterizados también por un machismo muy arraigado, contexto en el cual hombres y mujeres soñadores e idealistas, guiados por la utopía revolucionaria, lucharon y, a veces, ofrendaron sus vidas por legarnos una Bolivia mejor.